16 febrero 2012

Una chica más

escrito el 27/01/08

Es la historia inacabada de una chica mas. Una niña que nació como nosotros en algún lugar de este planeta. Nada mas nacer ya vio todas las caras de la vida. Supo que era sonreír y que era llorar, descubrió que era sufrir y hacer sufrir,... Pero con cada movimiento de sus labios, con cada sonido que emergía de su boca y cada una de sus sonrisas, alguien era capaz de notar en su interior la felicidad que jamás pensó que conocería. Cada vez que sus ojos se cerraban una estrella caía en el océano y en el momento que volvía a abrirlos, la estrella caída tomaba una nueva forma, una nueva vida y, allí arriba en la alturas, brillaba una nueva.
Era una niña con fuerza que paso a ser una chica con magia para cambiar el mundo, pero el mundo terminó cambiándola a ella. Igual que tu y que yo, esa chica lee estas lineas y mira en los rincones de su memoria, observando que en cada uno de ellos hay un sentimiento, una causa, una pregunta y unos hechos determinados. Se da cuenta que el mundo la cambio porque era fuerte, pero débil al mismo tiempo. Su vida se basaba en sonreír, en hablar con dulzura a quien necesitara de cariño, demostrar amistad a quien necesitara confianza... pero el mundo la cambio. No sabe si para bien o para mal, no entiende porque a sucedido así, pero sabe con certeza que es más fuerte que antes, sabe que no llorará por nadie, que no llorará por nada, que el daño que sufrió no lo volverá a sufrir, y que aquellos que la sepan descubrir tendrán la esperanza de la vida a su lado hasta el final de los días, porque ahora sabe que es débil, pero capaz de luchar, de levantar de la miseria a todos los que acepten sus defectos y secretos y estén ahí cuando ella también los necesite.

Hoy mira al cielo con fuerzas renovadas y le habla a las nubes; le dice al viento que se lleve con él las penas y le pide a los océanos que las hunda entre sus olas. Su mirada se pierde en el horizonte donde no se distingue el mar del cielo y su respiración es lo único que estorba al señor de los silencios, que no osa decirle nada.
Ha cambiado, nada le hace tambalear por dentro, las lágrimas han abandonado su lucha por la libertad y se mantienen descansando en algún lugar que ella misma desconoce. Pero desprende tanta energía, tanta confianza, tanta sinceridad, tanta bondad a pesar del sufrimiento, que a cada paso que avanza en este mundo, una sonrisa florece entre los grises edificios, y una gota de felicidad devuelve la esperanza a un corazón podrido por la humanidad.

rbk

05 febrero 2012

Sorpresa

escrito el 10/12/07

Llevan tiempo siendo amigos y, como es costumbre han subido a su casa, pero hoy las cosas cambiarán para siempre.

Su madre tiene que salir hacer un encargo y se quedan solos a la luz de la pantalla del ordenador y con la música de fondo. La calefacción esta al máximo y el calor es impresionante. Él se quita la camiseta, pero ella ni se inmuta, esta acostumbrada a esas confianzas y al calor persistente de su casa.
Mientras ella hace unas cosillas
en el ordenador, va a por algo de beber a la cocina. Le pregunta si quiere que le traiga algo, por el calor, pero le dice que no. Al volver se acerca sigiloso por detrás y se detiene a escasos centímetros de su piel. Ella se gira y, por mucha confianza que le tenga, los nervios la invaden aún que por poco tiempo. Se ha llevado un buen susto, su cerebro le ha jugado una mala pasa, pero eso es imposible, son grandes amigos.
Sin embargo él se ha dado cuenta del detalle de esos nervios y deja entrever una sonrisa pícara. Si ella esta nerviosa todo gira a su favor y, la verdad, no tiene más ganas de esperar. Se le acerca más, ella en la silla no tiene muchas alternativas. Estira el brazo y... coge
el ratón, cambia la canción y le dice que esa no le gustaba nada. Riéndose la mira y ve como ella sostiene una sonrisa entre tranquila y avergonzada. La sonrisa picara vuelve al rostro del chico. Se pone delante de ella, la mira fijamente y se acerca cuidadosamente mientras ella se intenta apartar, pero ve que esta al limite, tocando la pared. Coloca una rodilla en la silla para estar más cerca de ella y las manos en la pared. Ahora que la tiene acorralada primero le dice que ya tenía ganas de hacerla suya y, la repasa con la mirada después. Pero la mente de la chica esta ausente, completamente en blanco, no entiende nada y en la cabeza solo tiene a su novio. Esta inmovilizada por el asombro. Él baja su mano acariciándole el pelo y la cara hasta su barbilla y le levanta la mirada. Se le acerca lentamente, sus labios están apunto de rozar los de ella, que cierra con fuerza los ojos y las manos. Y la besa.
Es como un golpe dentro de una campana de metal y automáticamente
abre los ojos y empuja a su amigo con toda la fuerza que puede, dejándolo apoyado en la otra pared. A sido como despertar de una pesadilla y ahora es ella quien maneja la situación y lo acorrala a él entre sus brazos contra la pared. La tensión y el silencio que se respira en la habitación son tan grandes que pueden escuchar palpitar el corazón el uno del otro. El de él es lento pero intenso y va acompañado de una sonrisa audaz. El de ella, en cambio, es rápido y lleno de nervios. Empieza a deslizar su mano por el rostro sonriente del chico, la va bajando lentamente por el cuello, hasta el pecho; le mira fijamente a los ojos y se le aproxima muy lentamente, provocando que el corazón de ese amigo aprovechado se acelere estrepitosamente y se llene de deseo.Y a escasos centímetros de su boca se detiene y se dirige a susurrarle algo en la oreja, soltándole sin más:


-Lo siento, si quieres pasarlo bien así, tendrías que haber buscado a una chica que no te valorase, que no este enamorada o que sea una puta. - y mirándole
de nuevo a los ojos, acaba- y ahora, olvidate de mí, ya me as visto bastante el pelo.
Se aparta en seco, le coge la camiseta, se la lanza por la cabeza y le abre la puerta de entrada mientras le mira fijamente. Y aún con la rabia en la mirada y en la voz, le dice un hasta nunca "amigo" y sin darle opción a responder cierra la puerta tras de él.


rbk

01 febrero 2012

¿Un pez que se muerde la cola?

escrito en 2007
(La idea surge de un hecho real, pero no lo sigue a rajatabla.)

Esta historia empieza como todas las otras: un chico, una chica, los amigos y los compañeros, una relación especial y un rumor. Pero no todas las historias son iguales, ¿no?

¿Se conocieron por casualidad?No, era obvio que se conocerían. Tenían amigos en común y iban a la misma clase, ¿qué más querían a favor? Entablaron conversación cara a cara, mirada con mirada. La primera impresión fue realmente buena.
La mirada de ese chico hizo temblar la columna de estabilidad de ella, y la curiosidad la invadió, tenían que seguir hablando, tenía que saber más de él.
Con cada mirada saltaban chispas, era un desafío más, un juego del más fuerte. Finalmente los dos cesaron y dejaron conocer 
al otro un poco más. Las miradas que antes encendían el ambiente ahora eran cómplices de dos almas que habían encontrado su otro igual.
A partir de entonces empezó a surgir lo que tenía que surgir, una amistad especial, tan fuerte como un metal forjado a otro metal. Dos metales fríos, de igual envergadura. 
Pronto, sus vidas se vieron envueltas en un aura de misterio y sensaciones. Todo iba perfecto, el sentimiento aumentaba, cada segundo que pasaba sabían algo más el uno del otro y rápidamente hallaron la felicidad que tanto necesitaban. Las sonrisas envolvían sus días, los rumores de la clase no hacían cesar la necesidad de estar juntos. No importaban las opiniones ajenas, al fin y al cabo, solo ellos conocían la verdad. Su amistad sería eterna, ya eran como hermanos y no iban a dejar que eso se perdiera.
Con el tiempo los rumores desaparecieron. La gente se había acostumbrado a esa curiosa relación y su amistad, de cara a los demás, estaba en un punto del que no se movía, pero por dentro todo empezaba a cambiar. Ella empezaba a tener un gran secreto: su corazón no latía igual al verle y todo cambiaba por segundos por mucho que lo quisiera evitar. 
Todo se complicaba cada día más y se hacía difícil de soportar, hasta que al fin, paso. A él le empezó a gustar otra chica.
¡Aleluya! ¡Algo bueno! Ahora podría olvidarse de él para seguir siendo “hermanos”.

Después de un gran esfuerzo y de que él dejara aquella chica su amistad se soldó más intensamente. Juntos ya no eran metales forjados, si no puro metal fundido, cerca de convertirse en uno solo.
Cada experiencia era más mágica, más inigualable, más maravillosa y él sin apenas percatarse se transformo en su sombra. Todo parecía sacado de un cuento de hadas, realmente parecía que ella fuera suya. Pero para cuando quiso darse cuenta, ya era tarde… Ella solo le pertenecía como amiga, como hermana. La única oportunidad que tuvo no la vio por el juego de un capricho, y ahora había puesto el pie más allá de un sentimiento que no fuera amistad.
Ahora los dos guardaban un secreto. Ella, haberlo sentido, él, sentirlo.

Con tiempo él la fue olvidando y se fijo en otra chica. Paralelamente ella había conocido un chico. Y de aquellos metales ardientes, fundidos entre sí ¿qué había quedado? Una vez más la respuesta solo la conocían ellos, y no tardaron en encontrarla.

Ahora ella se alejaba de él, había encontrado su chico, nuevos amigos, nuevas risas,... y aun que no abandonaba las suyas estaba realmente a gusto con los nuevos bien venidos a su vida.
Una rabia y unos celos emergieron desde lo más profundo de el corazón de él. ¿Qué acaso no era suya? La había tenido todo este tiempo a su lado, ¿a donde iba ahora? Ya estaba, ahora sí, todo había terminado, la había perdido... La confusión le invadió y desesperó. Pero para su sorpresa ella acudió como siempre había hecho, surgió de entre las sombras para traerle su calor, e inconsciente de la verdad, le animo a intentarlo con aquella otra chica.


Por fin quedo resuelto. Cada uno con su pareja. Él con una magnifica chica, que ya sería otra historia y ella con su estupendo chico, pero mientras tanto, compartiendo piso con su amigo y hermano, con el que para siempre compartió un sentimiento para pocos comprendido y para muchos desconocido, pero para ellos, único en el mundo. 
Su amistad había quedado fundida para la eternidad en un solo metal, guardado en dos puros corazones, que compartieron sentimiento y secreto, sin ni tan solo saberlo.


rbk